Una persona, cansada de su pelota, la lanza sin pensarlo. La pelota recorre un largo camino pasando por diferentes lugares hasta llegar a un parque, donde un perro la recoge con entusiasmo. A lo largo del recorrido la pelota demuestra cómo lo que algunos desperdician, puede ser útil o necesitado por alguien más. El corto muestra cómo las cosas pueden tener un segundo valor.

Muchas veces, nos deshacemos de objetos, prendas o incluso alimentos con una facilidad, esto refleja nuestra desconexión con el verdadero valor de lo que poseemos. No nos tomamos el tiempo suficiente para considerar si aquello que ya no necesitamos podría ser útil para alguien más.

Grabar las escenas en las que la pelota se movía no ha sido tarea fácil, no siempre esta se movía para donde yo quería, además tenia que encuadrar el video a la vez que la empujaba, ha supuesto un reto tratar de grabar este video yo solo, pero estoy contento con el resultado. Además, debo admitir que grabar en el exterior resulta mucho más gratificante y te otorga mucha más libertad e inspiración.